A
PROPÓSITO DE LA MUERTE DE NELSON MANDELA
¿De cuál Mandela estamos hablando?
Por Jesús Chucho García
[10.12.2013]-
Actualización 10:00 am de Cuba
MADIBA,
significa "padre", en lengua xoxa, es
como hasta sus noventa y cinco años se
conocía popularmente a Nelson Rolihlahla
Mandela, quien nació un 18 de julio de
1917. Hoy Mandela es un símbolo de la
convicción de los mas altos ideales de
la humanidad que lo llevaron a prisión
en 1962, donde paso 27 años humillantes
aislado en una celda sin comunicación
con el mundo.
En esa
época de combate, de constante lucha
contra el Apartheid, nadie daba apoyo a
ese antiguo militante y solo Cuba
contribuyó a formar el Wunkhoto We Sizwe
(La Lanza de la Nación) que era el brazo
armado del Congreso Nacional Africano.
Para esa época no existían quienes hoy
le rinden homenaje, quienes lo buscan
para los flashes de los periódicos y
medios de difusión o aquellos que buscan
parecidos forzados con frases y
oraciones bien escritas y estructuradas
de sensibilidades falsas.
El actual
presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, hizo un prólogo al último libro
de Nelson Mandela "Conversaciones sobre
mí mismo", un prólogo bien escrito
obedeciendo a una estrategia de venta de
los editores, pero también es una
búsqueda forzosa para compararse con
Mandela.
No por
casualidad la primera dama de USA,
Michel Obama, estuvo en el mes de junio
del 2011 en Sudáfrica y hacerse una
publicidad anticipando el aniversario de
Mandela quien estaba abatido de un
cáncer de próstata desde el año 2001.
Cuando Obama dice en el prólogo al libro
de Mandela que "es un ser humano que
eligió la esperanza sobre el miedo, y el
progreso en vez de prisión del pasado",
pretende interpretar al estilo muy
romántico hollywoodense de que Mandela
no tuvo "temor" a morir, y todos tenemos
temor, miedo, pero Mandela no tuvo
pánico, que es distinto, pues, como dice
Pablo Freire, todos en algún momento de
nuestras vidas tenemos miedo, pero lo
que no debe es envolvernos el pánico y
Mandela no lo tuvo, se armó con su
fortaleza interna que desde afuera se la
daban las luchas de los movimientos de
liberación de África, América Latina, el
Caribe y el heroico Vietnam, el estímulo
de la creación de la Organización de
Estados Africanos, con la fuerza de Jomo
Kenyata, Kwame Kruma, Sekou Toure, la
solidaridad activa cubana, proceso que
culminaría con la derrota de la invasión
Sudafricana a Angola en 1988 con la
Batalla de Kuito Kuanavale donde se
selló la independencia total de Angola,
Namibia y la desestructuración del
régimen del Apartheid que conduciría a
la libertad de Nelson Mandela en febrero
de 1990, contando con la fuerza militar
cubana, la Swapo donde destacan los
nombres del angolano General Luis
Faceira (con quien hemos conversado
sobre estos temas) al igual con el
General Cinta Frías (de Cuba), leyendas
vivientes que lograron derrotar la
"operación del desierto" sudafricana
constituida por más de cien mil hombres
contra 40 mil entre angolanos,
namibianos y cubanos. Y eso no lo
reconocen ni lo reconocerán jamás Estado
Unidos ni el actual inquilino de la casa
Blanca. Hablar de esperanza para el caso
de Nelson Mandela es hablar de la
esperanza redimida que ese hombre sintió
cuando se produjo la derrota del
apartheid y la liberación de Namibia,
como el mismo lo dijo en uno de sus
discursos.
No me
atrevo a encasillar a Mandela entre la
izquierda y la derecha, lo considero un
hombre que luchó contra el peor régimen
racista que haya conocido la historia
colonial y contemporánea en África como
lo fue el Apartheid. El es consciente de
que la mayoría del apoyo que recibió en
los tiempos más difíciles procedió de la
izquierda planetaria, no fue del
imperialismo norteamericano, inglés,
francés o israelí, pues todos ellos
fueron cómplices de sus 27 años de
prisión.
Fue un
hombre que se ubicó en el contexto
sudafricano donde 4 millones de blancos
por la vía de la fuerza y la represión
dominaban 18 millones de Xoxa, Zulu,
Koishan entre otros pueblos originarios
sudafricanos, más los migrantes hindúes
como Mahatma Ghandi, quien sufrió el
racismo en Sudáfrica. Si eso es ser de
izquierda, Mandela fue de Izquierda. Se
opuso a la guerra de Irak cuando acusó
sarcásticamente al presidente de
Inglaterra, Tony Blair, como una especie
de Ministro de Relaciones exteriores de
Estados Unidos cuando ese ex presidente
justificó, al lado de la ONU, Collin
Power y George Bush las falsedades de la
posesión de armas nucleares que
supuestamente tenía Sadan Hussein para
justificar la invasión de parte de la
OTAN.
Mandela....un sueño incompleto
La lucha
de Mandela dio sus frutos políticos; en
primer lugar derribó todas aquellas
teorías falsamente científicas y
moralmente injustificables de la
incapacidad del africano para dirigir su
propio país, teorías inventadas por el
régimen del Apartheid. En segundo lugar,
dejó un camino abierto en el poco tiempo
que estuvo en la presidencia
(1994-1999), para la reconciliación
nacional, avanzar en la derrota contra
la discriminación, el racismo, y eso no
es nada fácil pues hay que tomar en
cuenta que en solo 17 años que lleva el
Congreso Nacional Africano en el poder,
partido donde milita Mandela, no es
posible acabar con la aberración social
y psicológica acumulada por más de 400
años, pero se hace el esfuerzo y creemos
que Sudáfrica avanzará hacia una
sociedad más justa y equilibrada. Esos
avances lo vimos cuando visitamos ese
país hace justamente una década en el
marco de la Conferencia Mundial contra
el Racismo celebrada en la ciudad de
Durban en el año 2001.
Hoy
Mandela, al igual que Chávez y Fidel
Castro, es un símbolo para los pueblos
del Sur, aunque los occidentales lo han
querido momificar y objetualizar, lo han
querido convertir en un objeto de
consumo y de moda como hicieron con el
Che Guevara. Hoy más que nunca debemos
revisar los discursos de Mándela y su
agradecimiento a Fidel Castro, su
condena a la Guerra de Irak, no podemos
dejar que lo pongan en el sueño eterno
de Martin Luther King con aquel famoso
discurso de "Tengo un sueño". Los sueños
de Mandela por una sociedad más justa no
se logró en el corto tiempo que ejerció
el poder... la incertidumbre en la
Sudáfrica postmandela no es muy
alentadora. Hoy Mandela, junto con Graza
Machel, ex esposa del lider mozambicano
Samora Machel, también asesinado por los
sudafricanos, son referentes para la
reconciliación planetaria.
- Jesús
Chucho García, desde Bamako, Mali. (La
voz de Afroamérica).
(Tomado
de ALAINET.org)