Doce
economistas en pugna (IV y final)
Por Ariel Terrero
Las dudas e interrogantes se agolpan en
la sociedad cubana a medida que la
reforma económica promete o inicia
transformaciones más radicales. Esta
encuesta exclusiva concluye hoy con
criterios que se suman a la búsqueda de
respuestas
[24.07.2014]-
Actualización 5:30 pm de Cuba
La
incertidumbre cede el trono por estos
días solo al calor. Por más que digan
los meteorólogos que la temperatura es
igual a la del verano pasado, entre los
cubanos asoma con intensidad la obsesión
por una limonada o una cerveza helada,
un aire acondicionado, la playa, la
brisa marina, una piscina… Refrescar,
refrescar. Es inevitable, como el ansia
de explicaciones, información,
respuestas, por más que el gobierno
reporte un par de veces al año acerca de
la marcha de los cambios en la economía.
Nunca
antes, Cuba había emprendido
transformaciones económicas con un
programa tan bien definido, articulado
desde el consenso social. Pero en
cualquier proyecto humano la profundidad
de las metas genera proporcionalmente
dudas, inquietud, el anhelo por
distinguir el horizonte.
Décadas
atrás, la confianza popular nacía apenas
de la fe, alimentada por logros reales
aunque incompletos: algún día la
Revolución los completaría y llegaría la
soñada prosperidad. Contradictoriamente,
la incertidumbre era menor que hoy,
cuando están mejor definidos la ruta y
las pautas del nuevo modelo económico en
construcción. ¿Por qué?
Quizás la
causa la expuso el propio Presidente
Raúl Castro en la sesión parlamentaria
de julio de este año. “El socialismo es
un viaje hacia lo ignoto”, confesó a los
diputados.
La marcha
hacia un destino desconocido, pese a los
Lineamientos que guían la Actualización
del modelo económico cubano, desata
preguntas y más preguntas. Faltan
señales. Las insuficiencias de la
comunicación pública multiplican las
incógnitas. ¿Cómo es exactamente ese
modelo? ¿Cuáles beneficios traerá? ¿Y
cuáles problemas? ¿Cuándo llegará? ¿Qué
pasará con mi cuenta del banco? ¿Qué
hago con los pesos que tengo bajo la
cama? ¿Bajarán los precios? ¿Subirán los
salarios?
La
entrevista realizada por Cubaprofunda a
doce doctores en Ciencias Económicas no
pretendía hilvanar respuestas para
tantas interrogantes. Solo buscaba
criterios sobre una desaceleración de la
economía que ha desembocado casi en
estancamiento en 2014. Pero la mirada de
estos estudiosos se remontó,
inevitablemente, sobre el oleaje
inmediato para otear el horizonte.
Además
del acontecer macroeconómico informado
por el gobierno al cierre del semestre,
los economistas valoraron las
transformaciones emprendidas en el
modelo económico y juzgaron la
profundidad de las medidas, como
muestran las tres partes anteriores de
esta encuesta.
Por
lógica elemental, la evaluación del
proceso fluyó también hacia el análisis
de su alcance y de los resultados
previsibles. Unos de manera más directa,
otros implícitamente, expusieron
expectativas y hasta arriesgaron
previsiones, no siempre coincidentes.
Las visiones que ofrecemos en esta parte
final solo suman elementos a la
reflexión colectiva sobre los cambios.
En el
empeño por entender la marcha de esta
reforma y el modelo de economía y
socialismo hacia el cual andamos,
Cubaprofunda continuará tocando a la
puerta de fuentes bien informadas.
Buscará incluso respuestas del propio
Presidente de Cuba. Sería interesante
indagar qué piensa Raúl.
Miradas
al futuro de la economía cubana
Los
entrevistados observan lentitud en los
cambios, pero reconocen el inicio
reciente de medidas que pueden tener
mayor impacto sobre la economía
José Luis
Rodríguez, CIEM: Es necesario avanzar
más rápidamente en la solución de una
serie de problemas de descapitalización
que tiene la economía y,
particularmente, la agricultura.
Jorge
Mario Sánchez, CEEC: Avanzamos desde una
sociedad muy homogénea y vertical, con
una visión cultural -tanto institucional
como a nivel de toda la sociedad- de que
el Estado es el único actor que debe y
puede acaparar funciones, hacia una
sociedad donde tienen cada vez más
importancia los elementos
complementarios, que apoyan y en algunos
casos sustituyen al Estado.
El sector
cooperativo y el privado asumen un rol
creciente y es muy importante romper con
estereotipos de que privado es
antagonista del Estado o una negación
del carácter socialista. El sector
privado cubano se inserta en un contexto
socialista para satisfacer objetivos de
la sociedad. No niega los beneficios, la
propiedad privada, pero los pone en
función de la sociedad. Lo mismo es
aplicable a la cooperativa como forma
intermedia de propiedad.
Con el
sector cooperativo y privado marchamos
hacia un cambio de concepción acerca de
la estructura de la sociedad. Por tanto,
deben cambiar las visiones e
instrumentos para normar la actividad de
estos sectores. Menos reglas, más
autonomía y más centrado en los
principios, con un entorno flexible.
Juan
Triana, CEEC: Este proceso, que ha sido
paso a paso, y ha permitido ampliar los
horizontes de la economía nacional en
términos de actores, está necesitado de
políticas más contundentes que promuevan
el crecimiento económico.
Una parte
importante de esas políticas, al menos
tres, acaban de comenzar. Una es la
aprobación de una política para la
inversión extranjera directa, que
incluye la Zona Especial de Desarrollo
Mariel. La otra, el inicio de un proceso
de reestructuración de la empresa
estatal cubana, que en definitiva es el
grueso, quizás el 85 por ciento, de la
economía nacional. Y la tercera,
anunciada desde finales del año pasado,
es el programa de unificación monetaria.
Esas tres medidas tienen un carácter
estructural profundo, y deben tener
impactos importantes en los resultados
futuros de la economía nacional.
Pero si
el país quiere, si nosotros queremos, si
el gobierno quiere, caminar hacia un
desarrollo y una sociedad socialista,
sustentable y próspera, tendremos que
pensar profundamente en implementar
nuevas medidas que permitan crear nuevas
oportunidades y expandir las capacidades
productivas del país.
Ricardo
Torres, CEEC: Cuba ha dado pasos
importantes para desatar las fuerzas
productivas desde el punto de vista de
las formas de propiedad. Se le han
abierto espacios al sector privado, al
sector cooperativo, pero todavía con
muchas limitaciones para crecer,
desarrollarse, ganar en eficiencia y en
productividad. Están confinados a
actividades muy básicas, de bajo valor
agregado. Y es una contradicción porque
no aprovecha el activo más importante
que tiene Cuba para su desarrollo, y que
tendrá durante muchos años: la
calificación de su fuerza de trabajo.
Hiram
Marquetti, CEAP: Yo creo que el proceso
va a dar resultados. Estamos en un
momento complejo. En el próximo congreso
del Partido se hará un balance del
despliegue de los Lineamientos, y la
etapa crítica del proceso comenzará
entonces porque ya habrá madurado un
grupo de medidas y se habrán ejecutado
transformaciones funcionales y algunas
de tipo estructural de peso, pero en el
orden social lo más complicado es
construir consensos hoy con factores que
la gente no ve todavía.
Aleida
González Cueto, CEEC: A mí lo que me da
un poco de optimismo es que se han
encontrado los hilos de la madeja, es
decir, por dónde empezar. El proceso va
bien, pero la realidad pone trabas que
lo han ido atrasando más de lo
planificado y, por supuesto, mucho más
de lo que uno desea.
Francisco
Borrás, UH: En los últimos tiempos se
han dado pasos que tendrán impacto en el
corto y mediano plazos. En vías de
implementación están medidas
principales, desde la unificación
monetaria hasta el cambio en la
concepción del precio. Una de las que
más puede dinamizar la economía es el
cambio en el paradigma de los precios.
Hoy están anclados a los costos.
Mientras mayor el costo, más alto el
precio. Con la unificación monetaria y
las nuevas estrategias de precios, el
costo va a ser una variable del precio y
las empresas empezarán a preocuparse más
por ser eficientes, competitivas, que
hoy no lo tienen como prioridad.
Es como
un avión que está calentando los motores
ahora, cogiendo pista. No le vas a medir
que no coge altura; no, por supuesto,
está calentando los motores. Pero cuando
la Actualización del modelo despegue,
pienso que lo hará como los aviones, con
fuerza, hacia arriba. Soy optimista.
(Tomado de Cubaprofunda)