Editorial de
The New York Times: La impresionante
contribución de Cuba en la lucha contra el
Ébola
[21.10.2014]-
Actualización
11:00 am de Cuba
Cuba es una isla pobre y relativamente
aislada. Queda a más de 7,000 kilómetros de
los países africanos donde el ébola se está
esparciendo a un ritmo alarmante. Sin
embargo, debido a su compromiso de desplazar
a cientos de médicos y enfermeros al eje de
la pandemia, Cuba podría terminar jugando el
papel más destacado entre las naciones que
están trabajando para refrenar la
propagación del virus.
La enorme contribución de Cuba, sin duda,
forma parte de sus esfuerzos por mejorar su
estatus en el escenario mundial. Aún así,
debe ser aplaudida e imitada.
El pánico que ha generado la epidemia
alrededor del mundo no ha producido una
respuesta adecuada por parte de las naciones
que tienen la capacidad de contribuir.
Aunque Estados Unidos y otros países han
ofrecido su disposición a contribuir dinero,
únicamente Cuba y unas pocas organizaciones
no gubernamentales están proporcionando lo
que se necesita con mayor urgencia:
profesionales médicos dispuestos a atender
pacientes.
Los médicos en África occidental necesitan
urgentemente apoyo internacional para
construir centros de aislamiento y poner en
práctica mejores mecanismos para
diagnosticar pacientes, antes de que
desarrollen síntomas avanzados. Más de 400
profesionales médicos han sido infectados y,
aproximadamente, 4,450 pacientes han muerto.
Dado que se han diagnosticado unos pocos
casos en Estados Unidos y Europa, las
autoridades médicas temen que el virus
pronto podría volverse una crisis mundial.
Es lamentable que Washington, el principal
contribuyente financiero a la lucha contra
el ébola, no tenga vínculos diplomáticos con
La Habana, dado que Cuba podría terminar
desempeñando la labor más vital. En este
caso, la enemistad tiene repercusiones de
vida o muerte, ya que las dos capitales no
tienen mecanismos para coordinar sus
esfuerzos a alto nivel.
Para la administración Obama, este dilema
tiene que enfatizar la idea de que los
frutos de normalizar la relación con Cuba
conlleva muchos más beneficios que riesgos.
De los extranjeros que trabajan en África
occidental, los médicos cubanos van a estar
entre los más expuestos y, es muy posible,
que algunos contraigan el virus. La
Organización Mundial de la Salud está
coordinando la labor de los médicos, pero no
está claro cómo manejaría la atención y el
traslado de aquellos que llegaran a
enfermarse. Para transportar pacientes con
ébola se necesitan equipos de expertos y
aviones equipados con cabinas de
aislamiento. La mayoría de compañías de
seguros han dicho que no están dispuestas a
trasladar pacientes con ébola.
El Secretario de Estado John F. Kerry elogió
el viernes el “coraje de todo profesional
médico que está asumiendo este desafío”, e
hizo una alusión breve a la contribución de
Cuba. El Ejército estadounidense ha
desplazado aproximadamente 550 soldados para
respaldar a las autoridades médicas en los
países afectados. Sería cuestión de sentido
común y compasión que el Pentágono les
ofreciera asistencia a los cubanos, en caso
de que alguno se enfermase. Por ejemplo,
debería darles acceso al centro médico que
construyó en la capital de Liberia, y ayudar
con la evacuación de médicos enfermos. Es
indispensable reconocer que la labor de los
especialistas cubanos contribuye al esfuerzo
mundial.
Sin embargo, las autoridades
estadounidenses, insensiblemente, se han
rehusado a indicar si estarían dispuestos a
brindar algún tipo de apoyo.
Miembros del sector médico en Cuba son
conscientes de los riesgos que toman al
asumir misiones peligrosas. Médicos cubanos
desempeñaron el rol principal en la lucha
contra el cólera en Haití, después del
terremoto de 2010. Cuando algunos regresaron
enfermos a Cuba, la isla tuvo que combatir
el primer brote de la enfermedad en una
década. Si el ébola llegara a Cuba,
representaría un desafío más serio para la
isla y la región, lo que elevaría el riesgo
de que se dispare el número de casos en el
hemisferio.
Cuba ha enviado médicos y enfermeros a zonas
de desastre durante décadas. Luego del
huracán Katrina en 2005, el Gobierno en La
Habana ofreció enviar a equipos médicos para
atender heridos en Nueva Orleans. Líderes
estadounidenses rechazaron ese ofrecimiento.
Pero se alegraron al oír, en días recientes,
que Cuba estuviera movilizando un grupo para
misiones en Sierra Leona, Liberia y Guinea.
Con apoyo técnico de la Organización Mundial
de la Salud, el gobierno cubano capacitó a
460 médicos y enfermeros en cuanto a las
estrictas precauciones que son necesarias
para atender a los pacientes que padecen un
virus altamente contagioso. El primer grupo,
conformado por 165 profesionales, llegó a
Sierra Leona en días recientes. José Luis Di
Fabio, el representante de la entidad de
salud, dijo que el equipo enviado a África
incluye médicos que han trabajado
anteriormente en la región, lo cual los hace
aún más valiosos. “Cuba cuenta con un
personal de salud muy competente”, dijo Di
Fabio, quien es de origen uruguayo.
Di Fabio dijo que las sanciones que Estados
Unidos mantiene sobre la isla han generado
dificultades para el sector médico, ya que
varios centros carecen de equipos modernos y
suministros suficientes.
En una columna publicada este fin de semana
en el diario del Gobierno cubano, Granma,
Fidel Castro argumenta que Estados Unidos y
Cuba deben poner a un lado sus diferencias,
así sea temporalmente, para combatir una
amenaza global. Tiene toda la razón.
(Tomado de The New York Times, que publicó
este editorial en inglés y español)
http://www.nytimes.com/2014/10/20/opinion/la-impresionante-contribucin-de-cuba-en-la-lucha-contra-el-bola.html?_r=0
(Tomadodel Boletin CEPEC) |