Argentinos entre la inquietud y
la expectativa del ajuste
monetario
Por Martin Hacthoun
[21.12.2015]-
Actualización 11:00 pm de Cuba
Buenos Aires.- Dos días después
del ajuste monetario que dictó
el gobierno de Mauricio Macri,
los argentinos se mantienen hoy
entre expectantes, reservados,
preocupados y no pocos muy
críticos de la medida.
Al cierre del viernes la
devaluación hundió las acciones
y los bonos en la Bolsa de
Buenos Aires. Los papeles
líderes disminuyeron 4,47 por
ciento en una jornada con caídas
generalizadas en el índice
Merval, informaron las páginas
financieras.
Esa tendencia la replicaron los
bonos soberanos, mientras la
tasa oficial para la venta del
dólar quedó en 13,60 por uno y
en el mercado negro, donde
prevalecen las operaciones,
estuvo en 14,20 pesos vendedor.
En los dos días de operaciones
desde que el ministro de
Hacienda Alfonso Prat Gay
anunció la eliminación de los
controles cambiarios y liberó el
mercado monetario, la compra de
dólares por los argentinos fue
ínfima, evidencia de la reserva
con que acogieron la medida.
Para describir ese panorama, un
comentarista del servicio
Infonews escribió que en el
primer día del levantamiento del
llamado cepo se vendieron más
paraguas que dólares en el
microcentro de Buenos Aires.
Con vista a apuntalar las
reservas en caso de una masiva
afluencia de gente para comprar
dólares, el nuevo Ejecutivo
arregló un préstamo con el Banco
Interamericano de Desarrollo por
cinco mil millones de dólares.
Se dijo que será dedicado a la
terminación de un túnel
ferroviario que atravesará Los
Andes para enlazar a Argentina
con el oceáno Pacífico a través
de Chile.
El exministro de Economía y
ahora diputado nacional Axel
Kicillof describió la política
monetaria como "un plan de
ajuste ortodoxo", y su crítica
fue más dura cuando dijo:
"Pareciera que el Fondo
Monetario Internacional está a
cargo ahora de la economía
argentina".
Auguró que estas decisiones
económicas generarán a la larga
inflación, recesión, caída de
salario y de las jubilaciones, y
la vuelta al endeudamiento.
Preocupados por los síntomas que
se advierten de alza de
productos, los sindicatos
pidieron al gobierno un bono de
fin de año, y preparan una
multitudinaria movilización para
el martes.
Techint,la mayor corporación de
Argentina, tuvo que dar vuelta
atrás a su decisión de despedir
a 185 obreros ante una fuerte
protesta. Lo mismo le sucedió a
la nueva dirigencia del Congreso
cuando trascendió que dejaría en
la calle a 600 trabajadores
legislativos.
El viernes los líderes de las
tres alas de la Confederación
General de los Trabajadores
acordaron hacer esa solicitud,
así como afianzar el modelo de
sindicatos por actividad y
mantener la libre negociación de
los convenios colectivos de
trabajo.
Y esperan -según advirtieron-
que el cepo que el gobierno le
levantó al dólar ahora no se lo
imponga a los contratos
salariales que se negociarán a
partir de marzo, aunque ya los
docentes comenzaron a
prepararse.
En medio del alza generalizada
de productos, el ejecutivo
argentino busca que no haya
aumento adicional en los
combustibles tras el fin del
cepo al dólar.
El ministro de Energía, Juan
José Aranguren, dijo que negocia
con las empresas del sector para
evitar que la corrección
cambiaria se traslade a los
precios en momentos en que los
argentinos comienzan a moverse
en sus vacaciones veraniegas.
(PL,19 dic)