La perversa máscara de una
dicotomía
Por José Alejandro Rodríguez
[02.03.2010]- Actualización 7:30 am de Cuba
Todos sufrimos la crisis
-unos mucho más que otros- pero el diagnóstico de la
hecatombe y las prescripciones para tratar esa
enfermedad sistémica, dependen del color del cristal con
que se mire, y de la participación y tajada que cada
quien tenga en el pastel económico-financiero.
Desde
Cuba, el profesor José Luis Rodríguez, del Centro de
Investigaciones de la Economía Mundial, clarificó no
pocos galimatías en la evaluación de la crisis, y las
consiguientes respuestas ante ella. Ha predominado una
falsa dicotomía que, en la salvación supuesta,
privilegia la economía especulativa, desasida de la
productiva y todos sus corolarios, incluida la
ambiental.
Al final, según
Rodríguez, la financierización de la economía no ha sido
más que la extracción del excedente de capital, y va a
parar a la circulación, hasta abrirse paso por la vía
especulativa. Es un intento de revalorización de ese
capital que no se prodiga por la vía de la economía
real, que debía ser el sustento verdadero.
Y al abordar las
soluciones ante la crisis, cuestiona la irracionalidad
de las operaciones de salvataje practicadas, mediante
inyecciones estatales al sector privado. Los fondos
públicos van a parar, en un círculo vicioso, a las arcas
de los propios zares financieros que han provocado la
crisis, esos que seguirán acentuándola.
Se muerde la cola el
sistema financiero predominante, ese es el peligro,
según el profesor. Se alimenta un nuevo ciclo
especulativo, y en consecuencia se disparan las deudas
públicas de los Estados. Y al final no se rompe la
telaraña, en detrimento de la economía real, de la
inversión productiva.
Nada más hay que
entrever el discurso resultante del debate en el
hegemónico Grupo de los 20, en los cenáculos del Fondo
Monetario Internacional, y en el propio Gobierno de los
Estados Unidos: inviabilidad. Suenan ridículas a
Rodríguez, las apelaciones de Obama a Wall Street sobre
un comportamiento ético. ¿Una ética especulativa?
El investigador asegura
que uno de los impactos más serios de la crisis ha sido
en los países de Europa del Este, incluida la antigua
URSS; y también considera que en la Unión Europea se ha
puesto en evidencia la fragilidad del sistema financiero
internacional. En Estados Unidos, con una caída de su
Producto Interno Bruto de 2,5 %, se ha elevado el riesgo
de una corriente inflacionaria y se agrava el déficit
presupuestario.
En medio de esta
debacle, se ha acentuado la crisis medioambiental, y
ante la imposibilidad de una solución estructural,
apenas se atisbarán atenuaciones si acaso, y se
recargarán los costos sociales. Al final, la carga recae
sobre los ciudadanos de a pie, ajenos a los poderosos
mercaderes de las finanzas.
Los paquetes de
salvataje apuntan hacia los efectos y no a las causas.
Se sigue retroalimentando la perversa especulación. Y,
según Rodríguez, estamos en los umbrales de una
redistribución del poder económico, que puede llevar a
un nuevo reparto del mundo.
De continuar esta
manipulación en el tratamiento a la crisis, podemos
estar al borde de un nuevo ciclo irracional. ¿Adónde
podría llevarnos? ¿Quiénes serán los principales
perdedores? La arquitectura financiera mundial, tal como
está, ya no aguanta apuntalamientos, so pena de
derrumbarse definitivamente. ¿Un terremoto económico
financiero estará en ciernes?
Al final, la crisis
financiera es solo la máscara del absurdo orden
económico predominante, de la voracidad con que en esta
vida los poderosos siguen como sanguijuelas desangrando
a esos conejillos de Indias que siguen siendo los más.
Los perdedores. |